Claudia R.

Me hice el microblading de cejas hace un año o así porque las tenía muy finitas y no me hacía mucha gracia tener cada vez más calvitas en las cejas, además que se me despeinaban los pocos pelos que tenía y estéticamente no me sentía cómoda con la expresión de mi cara.
Según mi caso yo acudí la clínica donde pedí cita previa y me explicaron en qué consiste el proceso, cómo se produce el delineado de las cejas, me enseñaron un catálogo con fotos del antes/después para que me hiciera una idea, precios...
Me analizaron un poco el perfil de la ceja así como el tono de mi cabello y de piel para que no sobresalte demasiado ni se note falsa. Eso me gustó porque quería algo que fuera lo más natural posible y no se notara un delineado muy marcado.
Me lo pensé bastante, tengo que decir, porque al fin y al cabo uno se pone en manos de un especialista pero claro no deja de ser "un tatuaje semipermanente" y tenía miedo de que me quedara mal. Pero bueno viendo las fotos y según me explicaron me lancé.
Llamé para dar el visto bueno al tratamiento y me citaron dándome mucha flexibilidad en horarios. 
Llegué por la mañana, bastante nerviosilla la verdad, pero bueno después de tomar un poco de agua me calmé y entré en la sala. Lo primero que hicieron fue hacerme un diseño sobre las cejas especializado en base a las mediciones, color y rasgos. Así pude ver una prueba de cómo quedarían las cejas antes de proceder con a la ejecución. Me las vi un poco anchas por el final para mi gusto y no tuvieron problema en cambiarme el diseño. Cuando me pareció ok firmé un consentimiento y comenzó el tratamiento.
Me tumbé, me recogieron el pelo y comenzaron la delineación. Al principio noté algo raro por el instrumento pero no fue doloroso, aunque sí notaba que algo estaban haciéndome. La chica tardó unas 2 horas en las dos cejas,. Cuando acabé me dieron una crema que tenía que ponerme los días siguientes para que se curara bien.

A día de hoy estoy super contenta con el resultado, y lo recomiendo al 100%.